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domingo, 1 de mayo de 2011

Paradigma sociocultural: Diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital y su evaluación curricular

Hace décadas Wittgenstein expresó que es imposible la explicación precisa de lo que tratamos de conocer, dado que cada persona tiene una percepción distinta de la experiencia. La palabra y los sentidos están limitados por su propio diseño; mismo que refleja las limitaciones del alcance cognoscente de su diseñador.
         El hombre que pretende conocer en solitario construye saberes más limitados, vacíos y equívocos que los creados por un grupo o colectivo de personas. De ahí la tendencia a retomar enfoques teóricos del conocimiento y del aprendizaje que consideren elementos relacionados conlos conceptos de “colectividad”, “mediación” y “transformación”. En el plano de los paradigmas de las teorías de la educación , se advierte esta reflexión del conocimiento en el paradigma sociocultural. El cual “[…] se ha enfocado en los procesos de participación en prácticas sociales y en el análisis del aprendizaje concebido como la apropiación y la obtención de maestría para el uso de herramientas culturales, donde el lenguaje desempeña un papel central como mediador en la construcción social del conocimiento.” (Fernández Cárdenas, 2009)
         Esta visión incluye a las comunidades de prácticas; que en el ámbito educativo se refiere a la comunidad educativa de una institución pertenciente a una sociedad. Es decir, son la fuerza que da realidad a las intenciones educativas como pedagógicas y al curriculum que deriva a partir de un proyecto educativo. Mismo que se reconstruye con cada vivencia efectiva o no de los actores educativos. “Las comunidades de práctica no son intrínsecamente beneficiosas ni dañinas. No son privilegiadas en cuanto a efectos positivos o negativos. Pero son una fuerza que tener en cuenta,-para bien o para mal. Como lugar de compromiso en la acción, en las relaciones interpersonales, en el conocimiento compartido y en la negociación de empresas, estas comunidades tienen la clave de la verdadera transformación, la que tiene efectos reales en la vida de la gente.” (Wenger, 2001) Las comunidades de prácticas de una institución escolar configuran su diseño curricular, las experiencias de enseñanza y aprendizaje, la evaluación de procesos de organización escolar y pedagógica, el planteamiento y aplicación de políticas institucionales; bajo un esquema de reconstrucción flexibilizado por los eventos cotidianos y culturales.
“[…] el éxito de una comunidad de prácticas de valor dependerá de sus integrantes, del interés que ellos mismos tengan sobre su propio desarrollo y de las facilidades que encuentren para incorporarse a la misma.” (López Falconi, 2010) Estas facilidades responden a aspectos culturales expresados como mediadores; que facilitan o limitan la interacción entre los actores de la comunidad de prácticas de una escuela. Dicha interacción es mediada principalmente por el lenguaje y actualmente la tecnología amplía la intervención del mismo dentro y fuera de la comunidad de prácticas.
“Cuando nos acercamos a la actividad humana y la interpretamos inmersa en una cultura el concepto de instrumento, de artefacto o como queramos llamarlo adquiere enorme importancia” (Lacasa, 2002) La comunicación y la tecnología digital confieren un mayor nivel de análisis de los intereses y necesidades pedagógicos, institucionales, sociopolíticos y culturales. Pues facilitan el diálogo, esclarecen el conflicto y conducen al consenso diligentemente y con más participación de los actores educativos y sociales. Por ejemplo, un centro escolar que muestra las actividades de sus estudiantes en una red social como Facebook, que ofrece evidencias fotográficas y textos descriptivos, permite que padres de familia, funcionarios educativos y políticos, como la sociedad en general conozcan extractos de su vida académica. Y este testimonio da lugar a la opinión, al acercamiento entre actores educativos y sociales, a promover y consolidar la interacción entre la escuela con los sectores productivos y sociales.
“La interactividad ofrecida con el apoyo de la tecnología en los ambientes de aprendizaje, es una característica que incentivará el proceso de aprendizaje.” (Burgos Aguilar, 2007) Entre más interacción se produce entre los actores educativos es mayor el conocimiento de sus tendencias y condiciones. Situación que favorece la convivencia social, la creación de proyectos convergentes, la solución de problemas y el enriquecimiento cultural; que permiten la evolución constante de la humanidad.
Un proyecto curricular parte de un estudio diagnóstico para diseñar un curriculum respaldado y evaluado bajo una postura epistemológica y científica legitimada por un instituto escolar que la elige como una visión temporal e histórica y por una entidad gubernamental que intenta ajustar las intenciones de los grupos de poder y de los miembros de una nación. Esto implica la aproximación diversa, extensa y frecuente de los actores educativos; que se comuniquen, interpreten significados, busquen el consenso, propongan y decidan. Dicha labor apremia la necesidad del empleo de instrumentos que faciliten el contacto entre ellos y admitan la transparencia de las acciones y sus productos concretos.
No basta que una escuela integre la tecnología digital en su labor académica para que sólo sus alumnos, docentes y administradores compartan sus beneficios directos. Es menester que un centro educativo promotor de la cultura digital, la cultura de la información y la cultura del conocimiento contribuya a la cristalización de una sociedad con los mismos atributos.
No son muchos los padres, empresarios y personas que conocen, aceptan, aprovechan o tienen la oportunidad de compartir las herramientas de una comunidad escolar digitalizada para aprender, establecer convenios de colaboración, participar en la evaluación de sus servicios, recrearse con sus acciones académicas. Lo que indica la existencia emergente de una demanda social que crece conforme avanza la historia de las generaciones. Revelando conveniencia de la capacitación y actualización en competencias digitales centradas en el aprendizaje de las comunidades de prácticas que conforman el sector educativo nacional. Al respecto Fernando Mortera (2007) expone que se requiere la capacitación pedagógica y didáctica en todos los niveles de educación escolarizada y no escolarizada como en la modalidad a distancia en el manejo del aprendizaje combinado. Entonces, de ahí pueden extenderse las ventajas culturales y productivas del paradigma sociocultural e histórico apoyado en las tecnologías de la información y la comunicación hacia más comunidades de prácticas de la sociedad.
Este escenario es un reto para las instituciones educativas que poseen recursos epistemológicos y materiales reducidos que justifican la resistencia al cambio curricular y tecnológico involuntariamente o no (Heredia Escorza, 2007). Sin embargo en la misma cultura está la cualidad clave: colaboración.
El diseño y la evaluación de actividades pedagógicas, procesos escolares, políticas educativas e institucionales no pueden estar exentos de una cultura de la colaboración (Ramírez Montoya, 2007); cuando se trabaja para desarrollar integral y armónicamente las competencias, habilidades, actitudes y conocimientos de un educando participante de una cultura unida de modo global por la tecnología digital y la comunicación.
Por tanto la imposibilidad del conocimiento absoluto es un gozo que se disfruta como cuando se nada o bucea en una parte del mar; porque en cada oportunidad de disfrutar sus aguas se vivencia una experiencia nueva y probablemente asombrosa.

Referencias:
1.    Burgos Aguilar, J. V. (2007). El reto de la radio interactiva y la tutoría virtual. En A. Lozano Rodríguez, & B. A. Vladimir, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la Persona (págs. 241-276). México: Limusa.
2.    Fernández-Cárdenas, J. M. (2009a). Las tecnologías de la información y la comunicación desde la perspectiva de la psicología de la educación. (J. Arévalo Zamudio, & G. Rodríguez Blanco, Edits.) México, Distrito Federal, México: Secretaría de Educación Pública/Dirección General de Materiales Educativos.
3.    Heredia Escorza, Y., & Romero Murguía, M. E. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En A. Lozano Rodríguez, & J. V.
4.    Lacasa, P. (2002). Cultura y desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García, Cultura y desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.
5.    López Falconi, J. E. (2010). Comunidades de prácticas de valor para el aprendizaje organizacional. En Burgos Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.
6.    Mortera Gutiérrez, F. J. (2007). El aprendizaje híbrido o combinado (Blended Learning): Acompañamiento tecnológico en las aulas del siglo XXI. En A. Lozano Rodríguez, & J. V. Burgos Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la Persona (págs. 125-156). México: Limusa.
7.    Ramírez Montoya, M. S. (2007). Administración de objetos de aprendizaje en educación a distancia: experiencia de colaboración interinstitucional. En A. Lozano Rodríguez, & J. V. Burgos Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la Persona (págs. 351-373). México: Limusa.
8.    Wenger, E. (2001). Comunidades de Práctica: Aprendizaje, Significado e Identidad. Barcelona: Paidós.

lunes, 28 de marzo de 2011

TECNOLOGÍA DIGITAL MULTIMEDIA EN MOVIMIENTO

El RADIOCHAT es una herramienta de Internet que desarrolla estratégicamente ambientes de aprendizaje que involucran los sentidos humanos con la compleja estructura de los medios de comunicación.

Las oportunidades educativas para sus usuarios son reducidas respecto a la inversión económica y con una mejor calidad en función a los procesos de enseñanza y aprendizaje dirigidos a las personas sin limitarse a las barreras geográficas.

Como instrumento de tecnología educativa ofrece experiencias de aprendizaje en el nivel de educación formal en escuelas, instituciones o empresas. Con la ventaja de ser manejadas síncrona o asíncronamente según sean las intenciones didácticas específicas que enmarcan sus cursos y contenidos.

Y el “plus” de esta modalidad informática de comunicación es su sentido presencial. Al facilitar el diálogo escrito por el chat y la comunicación gestual como auditiva por audio y video permite la expresión e intercambio de emociones y pensamientos entre los interlocutores, generando una sensibilidad significativa para ambos.

Los seres humanos conocemos empleando estilos diversos de aprendizaje. Así, el AUDIO Y VIDEO POR INTERNET PARA FINES DIDÁCTICOS facilita que diferentes tipos de estudiantes desarrollen sus habilidades intelectuales apoyados por la estimulación física y por la recreación de eventos más apegados a la realidad objetiva o empírica en combinación con una realidad virtual.

Otra dimensión que ofrece la vida digital es el APRENDIZAJE MÓVIL, el cual libera el tiempo y el espacio para aprender mientras interactuamos con diversos instrumentos informáticos. Esto crea en la imaginación a un compañero virtual al que se ve, escucha, se le responde y que retorna la respuesta. De ahí el éxito de las redes sociales que rediseñan el escenario de la acción social y cultural. Mismas que se verán más impulsadas por artefactos como el radiochat para hacer más vívida la comunicación virtual y las prácticas de las comunidades y las personas.

Burgos Aguilar, J. V. (2007). El reto de la radio interactiva y la tutoría virtual. En A. Lozano Rodríguez, & B. A. Vladimir, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la Persona (págs. 241-276). México: Limusa.






sábado, 5 de febrero de 2011

Twitter

En el ámbito de la educación telesecundaria, las tecnologías de la comunicación tienen múltiples beneficios desde los procesos de planeación, organización, dirección hasta los de evaluación escolar.

En el caso de Twitter puede emplearse este medio para promover el centro escolar y mantener un contacto con los aspirantes o interesados a ingresar a él. Asimismo es un importante y efectivo medio para comunicar los logros escolares obteniendo la apreciación de los estudiantes y otros actores educativos.

Considerando a Pilar Lacasa (2002), Twitter es un instrumento que media la cultura y es un producto de la misma cultura digital. La interacción que mantienen sus usuarios construye ideas, genera sentimientos, induce a cuestionarse como a reflexionar, facilita la libre expresión, promueve la creatividad mental y lingüística, entre otros beneficios siempre que se emplea este medio para edificar a las personas. De lo contrario es un medio destructor de la cilvilidad y el pensamiento. Lo que indica que los valores son la base para el buen uso de toda herramienta tecnológica y cultural.

* Véase: Lacasa, P. (2002). Cultura y desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García, Cultura y desarrollo. Madrid: UNED.